lunes, 20 de octubre de 2014

Poema III

Luis Hernández

No culpes a tu desabrida costumbre
no culpes la fragilidad de tu desobediencia 
ni vagues con tu inocencia por calles de oscuridad.

No maltrates esos hombres con ese amor tan fugaz
no alteres tu mala fama, no confundas tu ansiedad
ni aniquiles con tus besos a quienes quieren amar. 

No seas prisión de un esclavo, no le quites libertad 
no te ates a las manos que señalan soledad
ni seas cobarde a la vida ocultando la verdad
.

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