...Una joven que llego inesperada una tarde, cuando estaba yo concentrado escribiendo las últimas páginas de una historia llamada “tarde”. Recuerdo que estaba en uno de esos días grises, nostálgico y rebelde a la vez. Ella fijo su mirada hacia mí, su presencia dio una especie de encandilamiento,además de una brisa fría que enmudeció el momento. Mi cabeza sostenida por mi mano, unas cuantas hojas en la mesa y un lápiz que apuntaba las últimas líneas que acabaron pasando desapercibidas. Le invite un café que no acepto, y con una oportuna sonrisa me dijo “gracias” —Lamento interrumpir —Mencionó la joven. —No, ya había terminado, por suerte. —Aclaré. Aquella cercanía no me decía otra cosa; sabía que venía dispuesta a cualquier desventura, lo cierto es que desde el momento en la que vi allí parada, todo cambió, una hora después ya me había vuelto loco. Me habló de sexo y dijo que era esa la razón que la había conducido hasta mí, y no fantaseaba, ni daba vueltas al asunto, solo hablaba de sexo. Tres horas más tarde ya le había hecho el amor, supongo que debí haberlo evitado, o al menos tratar de hacerme el disgustado, pero ella lo hizo todo, la culpo del hecho. Y la culpo también por haber aparecido tan de repente, por llegar tarde, y tener que haber escrito esta corta historia, tan espontanea como ella… bueno, lo cierto del caso, es que nunca le dije “adiós”, porque nunca me dijo “hola”. Quizás vuelva, quizás no...
sábado, 31 de enero de 2015
viernes, 30 de enero de 2015
¡Amiga!
¡Amiga! que asemejas mi
gran amor
y como al hierro me tratas, como pluma me guías
me escoges entre el pajar, me haces mendigar tu voz
que la busco al palpar la brisa en las mañanas
y la encuentro solapada en los versos sombríos de mí soledad.
¡Amiga! que escuchas mi estruendosa risa
y compartes tu alegría con este ingrato afortunado...
Algún día si nos hace trizas el abrazo que nos hace volar
¡Volemos! si como pájaro toca cruzar montañas,
hagamos indestructibles estas alas y volemos.
¡Amiga! Que encuentras el camino y me tomas
que el día florece en tus manos que me tienen…
y como todo soñador tiene miedo, tú me salvas
de túneles hambrientos, y haces de mí un valiente.
y como al hierro me tratas, como pluma me guías
me escoges entre el pajar, me haces mendigar tu voz
que la busco al palpar la brisa en las mañanas
y la encuentro solapada en los versos sombríos de mí soledad.
¡Amiga! que escuchas mi estruendosa risa
y compartes tu alegría con este ingrato afortunado...
Algún día si nos hace trizas el abrazo que nos hace volar
¡Volemos! si como pájaro toca cruzar montañas,
hagamos indestructibles estas alas y volemos.
¡Amiga! Que encuentras el camino y me tomas
que el día florece en tus manos que me tienen…
y como todo soñador tiene miedo, tú me salvas
de túneles hambrientos, y haces de mí un valiente.
¡Amiga!
Que entre poemas y canciones he de tenerte
tan difícil es exponerlo, el quererte, mi amiga.
tan difícil es exponerlo, el quererte, mi amiga.
Lo que por ti siento...
Lo que por ti siento
es inmenso y estrecho
es tan raro y tan cierto
que parezco entenderlo.
Tú que me quieres
y yo descubriendo tu verdadera voz
sé que vives entre sombras
bajo nubes grises que te hieren,
poco se quién eres,
tus ojos lo gritan,
tus besos, tu pureza
pero no sé quién eres.
Tú no puedes verlo
pero ahí está…
No es tan vulnerable
es una extensión de largas horas
Es eso espontaneo en tus ojos.
Puedo ver que haces en tu tiempo
que cada vez que ríes, también lloras
que haces de lo que dejas
lo que eres ahora
una mujer capaz de verlo todo
hacer cosas de más;
sacar de lo fugaz un gran tesoro
de cuidar la realidad que ven tus ojos.
Una salvaje, con un amor de fuego
de frágil corazón, y razón de acero…
puedo ahora verlo todo
que me miras como un enemigo
te cuidas de los alaridos
te escondes como si fuera esto,
prohibido.
es inmenso y estrecho
es tan raro y tan cierto
que parezco entenderlo.
Tú que me quieres
y yo descubriendo tu verdadera voz
sé que vives entre sombras
bajo nubes grises que te hieren,
poco se quién eres,
tus ojos lo gritan,
tus besos, tu pureza
pero no sé quién eres.
Tú no puedes verlo
pero ahí está…
No es tan vulnerable
es una extensión de largas horas
Es eso espontaneo en tus ojos.
Puedo ver que haces en tu tiempo
que cada vez que ríes, también lloras
que haces de lo que dejas
lo que eres ahora
una mujer capaz de verlo todo
hacer cosas de más;
sacar de lo fugaz un gran tesoro
de cuidar la realidad que ven tus ojos.
Una salvaje, con un amor de fuego
de frágil corazón, y razón de acero…
puedo ahora verlo todo
que me miras como un enemigo
te cuidas de los alaridos
te escondes como si fuera esto,
prohibido.
***
Lo que por ti siento
es ahora descomunal
una gota que baña el desierto
un lucero que habita el universo.
Tú que me acompañas ahora
y yo pretendiendo inquieto
me confundo, me disculpo.
¡Amor! eres mí gran amor
sé que es una dificultad todo esto
que se detenga el viento
que se unan las pestañas
que se unan nuestros besos
que en tan solo un suspiro
ya te ande queriendo
sé que es difícil todo esto.
Lo que por ti siento
es ahora descomunal
una gota que baña el desierto
un lucero que habita el universo.
Tú que me acompañas ahora
y yo pretendiendo inquieto
me confundo, me disculpo.
¡Amor! eres mí gran amor
sé que es una dificultad todo esto
que se detenga el viento
que se unan las pestañas
que se unan nuestros besos
que en tan solo un suspiro
ya te ande queriendo
sé que es difícil todo esto.
jueves, 29 de enero de 2015
REGRESA
Necesito que me leas
aunque sea esta noche
mañana, en años
o después.
Sé que viniste
y porque viniste
los cuadros en las paredes
la ropa en tu closet
y tus perfumes
ya no están
He visto tu adiós.
Necesito con urgencia
que leas este espectáculo.
Sé que viniste
me esperabas
querías mi insistencia
mi proximidad
mi ecuanimidad
en fin, querías verme.
Necesito que me leas
no sé cuándo
ni en qué siglo
o si en otra vida
pero necesito que me leas
al menos,
estas próximas siete letras
“regresa”
aunque sea esta noche
mañana, en años
o después.
Sé que viniste
y porque viniste
los cuadros en las paredes
la ropa en tu closet
y tus perfumes
ya no están
He visto tu adiós.
Necesito con urgencia
que leas este espectáculo.
Sé que viniste
me esperabas
querías mi insistencia
mi proximidad
mi ecuanimidad
en fin, querías verme.
Necesito que me leas
no sé cuándo
ni en qué siglo
o si en otra vida
pero necesito que me leas
al menos,
estas próximas siete letras
“regresa”
miércoles, 21 de enero de 2015
...
Como si el mundo fuera fácil,
como si no necesitáramos de los errores
de esa ligera sensación de estar muertos,
como si un poco de lo amargo fuera a completar lo dulce.
No es una continua alegría esto de vivir
esto de ir tan de repente pareciendo un santo,
como si no hiciera falta enloquecer y jugar al azar.
Como si importara ir evitando una roca que nos mira,
a veces hay que jugárselas todas
y que valga verga lo que diga el mundo.
como si no necesitáramos de los errores
de esa ligera sensación de estar muertos,
como si un poco de lo amargo fuera a completar lo dulce.
No es una continua alegría esto de vivir
esto de ir tan de repente pareciendo un santo,
como si no hiciera falta enloquecer y jugar al azar.
Como si importara ir evitando una roca que nos mira,
a veces hay que jugárselas todas
y que valga verga lo que diga el mundo.
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