Como si el mundo fuera fácil,
como si no necesitáramos de los errores
de esa ligera sensación de estar muertos,
como si un poco de lo amargo fuera a completar lo dulce.
No es una continua alegría esto de vivir
esto de ir tan de repente pareciendo un santo,
como si no hiciera falta enloquecer y jugar al azar.
Como si importara ir evitando una roca que nos mira,
a veces hay que jugárselas todas
y que valga verga lo que diga el mundo.
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